sábado, 30 de junio de 2018

La Guajira

La Guajira

Ya hemos indicado que la mayor influencia española se centra en la música del campesino que interpreta Décimas y que en este siglo llega a la ciudad, donde el negro improvisa también Décimas y baila el Zapateo acompañado por el tiple, la guitarra y la bandurria, posteriormente el laúd. Estas canciones se denominaban Puntos Guajiros generalizándose bajo el termino Guajiras o música del campesino (guajiro).

A pesar de que no es hasta 1836 que encontramos en el Diccionario Provincial Cuasi Razonado de Vozes y Frases Cubanas, de Esteban Pichardo, una descripción de esta música campesina, Olavo Alén nos informa en su libro “De lo Afrocubano a la Salsa” que desde finales del siglo XVIII existen referencias de esta música campesina, emparentada con la música folklórica canaria.

En el mencionado diccionario se recoge la denominación de Ay o El Ay para identificar el canto de estos campesinos. La denominación de Punto se refiere entonces solo al acompañamiento instrumental.

A las reuniones o fiestas de campesinos se les denominaba guateques o parrandas en el centro y el occidente de Cuba. El guateque, que parece ser la más antigua denominación de estas reuniones festivas campesinas, cobró su denominación en Pinar del Río, La Habana, Matanzas y Villa Clara. Por contra, en Cienfuegos, Sancti Spiritus y Ciego de Ávila estas celebraciones recibieron el nombre de parrandas según nos informa Olavo Alén.

El Punto de la zona occidental se denomina “libre” y el de la zona central de Cuba “fijo”. La obra de Olavo Alén presenta unos magníficos ejemplos sonoros de ambas variantes. Dentro del Punto Libre existen las variantes denominadas Tonada Menor y Tonada Carvajal o Española. En el Punto Fijo entran las llamadas Tonadas Espirituanas, el Punto Cruzado y la Seguidilla.

Con las mismas características del Punto nos encontramos la Parranda.

El romancero español y sus coplas se asentaron en el gusto del campesino criollo cubano descendiente de los primeros colonos españoles.

El canto del campesino se acompañaba con un baile denominado Zapateo. También los campesinos bailaban el Atajaprimo.

El guajiro canta también el cancionero trovadoresco cubano, denominando a estas canciones Criollas.

El canto del campesino desarrolló una gran variedad de Tonadas, como se les llama a las melodías con que entonaban sus décimas o poesías. La música campesina cubana alcanzó gran popularidad y riqueza bajo distintas fórmulas de improvisación llegando incluso a organizarse desafíos de improvisadores de Décimas.

En el oriente cubano la música campesina se centra en el complejo del Son.

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